(525 a.C-456 a.C ) Poeta y trágico.
Este extraordinario escritor nunca se podría figurar que su propio hijo se intentase aprovechar de él y acabar con él de forma “trágica”. Lo cierto es que una vez que cayó en la ancianidad, su hijo Iofonte lo acusó de estar enloquecido. En el juicio, Sófocles intentó sobreponerse de esta circunstancia, recurriendo a su proverbial retentiva, ya que recitó su Edipo de memoria. El tribunal quedó asombrado y no le dio la razón al hijo traidor.